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El Enamoramiento y la picardía del Q’axilu.

LARAQUERI.- A 39 km de la ciudad de Puno se encuentra la Capital del distrito de Pichacani Laraqueri, sobre los 3 975 m.s.n.m. esta vez exclusivamente para participar  del VI Festival de Q’axilu y danzas originarias del distrito que no tuvo una mejor organización, ni mucho menos criterios innovadores para mejorar el Festival como en los primeros años de su fundación.
Pichacani Laraqueri conserva un exquisito cúmulo cultural, dentro de ello, la danza de “El Q’axilu”, muy tradicional en la tierra aimara del altiplano puneño.
Nos cuenta el Prof. Lucio Copa que esta danza ya ha sido patentada en el Indecopi y espera la difusión cultural de parte de sus autoridades a nivel nacional e internacional.
La palabra  Q’axilu  proviene de las voces aimaras  Q’axu: Joven y  Xilu: Coqueto, enamorado. Entonces significa joven coqueto lleno de energía.
El Q’axilu tiene sus comienzos en la período de la minería colonial en el siglo XVII en el altiplano de Puno, ha tomado la debida categoría, ya que los puneños utilizaban como medio de transporte los caballos, quienes llegaban a estas zonas de la cordillera en busca de oro.
Los jinetes consiguieron sus objetivos en diferentes partes como en las minas de Laykakota, San Antonio de Esquilache, las minas de pichacani como en Trapiche lugar de fundición que fueron de mayor importancia en su época, dedicando su tiempo a la actividad minera.
En esta temporada dejaron el cuidado de los caballos a los campesinos del lugar, algunos murieron y otros se reprodujeron en las alturas de Pichacani, resultando los animales con un nuevo hábitat aclimatados al ambiente cordillerano, cuyas particularidades son de mediana estatura, resistente, de pasos galopantes y de pelo encrespado al que se denomina Chhuxchi phurqhi, compañero fiel del Q’axu  Wayna.
El animal era utilizado en los viajes, en los movimientos comerciales, a los valles de Moquegua y Arequipa, en las aventuras de romances y pastoreo, estableciéndose así en el compañero inseparable del hombre quien maneja hábil y diestramente su caballo como un galán andino, en la captura de su pastora o la hermosa Tawaqu, pronunciándole lo más profundo de su corazón, acompañado de su seductor chillador y al son de hermosas consonancias de amor embrujado que a cualquiera emociona y llena de alegría como en las noches frías de san Juan.
Es así que el Q’axilu  se origina desde el tiempo de los españoles sobre todo en la zona de Pichacani, dando lugar a la denominación a nuestro distrito de Pichacani como la “Cuna del Q’axilu y tierra del Q’ara botas”.
 Se dice también que para el origen del Q’axilu pichacaneño ha contribuido la gran feria internacional de entonces la festividad de la Virgen María de la Natividad del 08 de Setiembre de cada año, donde concurrían comerciantes venidos de argentina (los tucumanos), de Chile, de Bolivia (Los chuquiagos ), de Arequipa (Majeños); cuyos arrieros trajeron y dejaron caballos en la zona de Pichacani, los que fueron utilizados por los aborígenes en rodeos de las haciendas, entradas en las festividades diversiones y consigo usaban indumentarias novedosas en ese entonces como son los rozadores, laceadores, sombreros a la pedrada, las espuelas y otras costumbres en especial los Tucumanos, seguramente a su vez por influencia de los texas de Norte America.
En consecuencia el Q’axilu es un singular jinete cordillerano fuerte aguerrido que actúa solo, como un verdadero q`axu wayna, amansador de caballos que hace el orgullo de su vida, haciendo de pichacani una impresión peculiar, pero con el correr del tiempo la edad avanza y llega a actuar en grupo convirtiéndose en el eje,  personaje llamado El Q`ara botas, borracho, cogidos por algunos vicios como el alcoholismo, coquismo, tabaquismo.
Algunos para poder sobrevivir buscaban alojarse en el abigeato, el asalto a  las cabañas y en los caminos que se han producido en estas alturas solitarias y despobladas de Pichacani, Esto en una época denominada tiempo de salteo o asaltos de allí el apelativo a nuestro distrito de “Pichacaneño T`ula Guitarra, Jawqa Ladrón”, lo que se describe con detalles en la canción del Q’axilu  “Caballito  chhuxchi phurqhi”
El Q’axilu es una danza cordillerana mixta, que se baila en parejas de aire pastoril amoroso, machista, costumbrista, erótico, mágico, burlesco, litúrgico, satírico, ritual, etc. Cuya manifestación expresa los sentimientos de amor que nace en el joven andino el Q’axilu en la conquista de la hermosa cholita, en las labores pastoriles, con su incomparable chillador o charango encantado, para lograr la conquista de su amada, de no lograrlo su propósito acude al rapto exteriorizándose a la tragedia de los destinos.
Los Varones bailan con la siguiente vestimenta:
·         Sombrero negro de lana de oveja, con ribete.
·         Chalina o bufanda blanca tejida de lana de alpaca oveja.
·         Saco de jerga color ch’ixi  de lana de oveja.
·         Poncho de color nogal tejido de lana de alpaca con franja o guarda color azul.
·         Camisa o almilla blanca de bayeta.
·         Lazo o reata trenzada de cuero, trenzado al cuerpo.
·         Pantalón negro de lana de oveja.
·         Rozadores de cuero adornado con 30 a 50 hebillas a los lados.
·         Chillador o khirkinchu.
·         Zapato de cuero caña alta y tosca.
Las mujeres bellas cholitas se visten:
·         Sombrero negro de lana de oveja o de paño
·         Rebozo o chuku, especie de manta, de colores que puede ser amarillo, verde, rojo, anaranjado, etc. Confeccionando de tela llamada de castilla.
·         Jubón o chaqueta negro de lana de oveja, adornado con hilos de color.
·         Aguayo o lliclla tejido de lana de colores, atado en forma cruzada al cuerpo.
·         El phullu o manta pequeña doblada para el atado.
·         Polleras de bayeta a colores (verde, amarillo, anaranjado, rosado y blanco)
·         Faja multicolor con figuras para sujetar las polleras a la cintura.
·         Istalla de color tejido, para llevar coca, espejo y otros amuletos en la mano.
·         Ojotas o sandalias de jebe.
Son los diferentes, movimientos artísticos en la ejecución de la danza del Q’axilu  realizados a través de desplazamiento con figuras de manera conjunta, la misma que se ha tipificado en cuatro partes.
a.- Ingreso de los danzarines por las cuatro esquinas del escenario demostrando gallardía, orgullo y derroche de juventud amorosa para impresionar  a su  pareja en el acercamiento, hasta el saludo.
 b.- Se indica los desplazamientos con lo que el Q’axilu comienza con los amoríos a la chola con canciones amorosas encantadoras al compas del chillador melodioso, con el efecto del licor de 40º llegando al cortejo de la preciada moza, induciéndola a libar el trago, para luego proponerle la propuesta del amor y confianza agarrándola, abrazándola,  expresándole palabras encantadoras y convincentes.
Por las exageraciones del Q’axilu la cholita primeramente coquetea y hay veces muestra desprecio, rechazo, entonces sucede el desaire con cierta separación, de manera que el varón piensa y alista su lazo para hacerle suya a la fuerza.
c.- El laceo a la chola por parte del Q’axilu demostrando habilidad y destreza en el manejo de su lazo enlazándola por la cintura a su adorada para llevársela para siempre. La chola se resiste al forcejeo pero al final cede  a tanta insistencia de su conquistador, siendo esto una forma preliminar de rapto.
 d.- El rapto, cuando el  Q’axilu es rechazado por su chola, opta por demostrar el machismo del joven aimara, existiendo dos maneras de rapto, el primero cuando el Q’axilu  toma de sorpresa a la chola y se la carga al hombro fugándose con destino desconocido, la mujer expresa su resistencia con el pataleo al aire y cachetadas a la espalda del varón, segundo cuando la moza es mas inconquistable el varón acude a su rudeza haciendo uso de su inseparable caballo, tomando a la moza ágilmente para llevársela  en el anca de su chhuxchi phurqhi, siendo esta parte la más atractiva para el espectador con lo que concluye la participación de la danza.
Los personajes que participan son: Q’axu wayna, el joven; Tawaqu la cholita y el gamonal. Los Rozadores de 50 hebillas, es de descendencia argentina, un grupo de los montoneros de pancho fierro de las pampas de Argentina se proyectaron a participar en la feria internacional de Nuestra Sra. De la Natividad el 8 de setiembre y fiesta de la Inmaculada concepción en Pichacani, para esa oportunidad llegaron montoneros de Argentina con el negocio de venta de licor, montados en los caballos cargados en las mulas, portando rozadores y otros con espuelas para apurar los caballos.

Todas estas vestimentas para los pichacaneños fueron novedad, en el transcurso del tiempo adquirieron haciendo compra de los Rozadores, para proteger del friaje cordillerano, del desgaste del pantalón y evitar que el pelo del caballo se adhiera al ropaje.





























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